miércoles, 8 de septiembre de 2010

Espejos y misticismo.

Alguien muy especial me ha sugerido que hablase de las leyendas urbanas que suelen contarse sobre los espejos y los espíritus, pero para poder hacer una entrada en condiciones sobre ese tema, primero me gustaría profundizar en la historia de los espejos y el misticismo.

Espero que os guste ;)



Los espejos son el símbolo del conocimiento, de la verdad y de de la claridad.

En la antigüedad se creía que al verse reflejado en la superficie de un lago o río tu alma podía quedarse atrapada en él, ya que se pensaba que ésta podía existir separada del cuerpo – aquellos fueron los primeros espejos conocidos- esta creencia venía porque en las tribus antiguas se aseguraba que en los ríos y en los lagos habitaban los espíritus de las aguas y que éstos podían atrapar el reflejo humano y capturar su alma y de ahí surgen la mayoría de leyendas urbanas sobre los espejos, que durante siglos y siglos han ido pasando de boca en boca y cambiando según la cultura que absorbiera la historia.


Aunque los incas fueron probablemente el primer pueblo en utilizar discos pulidos de obsidiana para la fabricación de espejos, los antiguos romanos creían que los espejos habían nacido en Persia, donde los magos los utilizaban para la adivinación (de ahí vienen las bolas de cristal mágicas). En cualquier caso, tanto romanos como griegos, etruscos, egipcios, chinos e hindúes, los fabricaban en bronce, plata y otros metales. A pesar de que los fenicios introdujeron el espejo de cristal en el mundo mediterráneo, el empleo de esta materia no se generalizó hasta el siglo XVII, cuando empezaron a fabricarse en Francia para la decoración de palacios y mansiones aristocráticas.


El miedo a que el alma pueda quedar atrapada en un espejo, fomento la costumbre de quitar los espejos de los cuartos de los enfermos, por si el espejo se lleva el alma de las personas al estar débiles o cercanas a la muerte. Dar la vuelta o tapar un espejo cuando alguien fallece es otra costumbre derivada de la misma idea, intentar que los muertos descansen y sus almas no queden atrapadas.


Según una de estas creencias populares, si un espejo se rompe sobrevendrán siete años de desgracias. Asimismo, un espejo que se rompe al caerse sin que nadie lo toque es señal de la muerte inminente en un hogar. Sin embargo, se dice que existen varios antídotos para las desgracias que pueden sobrevenir si se rompe un espejo. Uno de ellos consiste en enterrar los trozos rotos bajo tierra y otra en lanzarlo a una corriente que fluya en dirección sur, de esta forma las aguas lavarían el maleficio.


Los orientales tenían la costumbre de colgar pequeños espejos en las puertas de las casas para ahuyentar a los espíritus maléficos, en cambio en otras culturas se cree que los demonios no se reflejan en ellos porque carecen de alma (de ahí las leyendas de que los vampiros no se reflejan en los espejos).


En la Europa de principios de siglo XVII se puso de moda llevar pequeños espejos en los sombreros para evitar los rayos del mal de ojo (maldiciones comunes en todas las culturas).


En la actualidad, los estudiosos del ocultismo utilizan espejos para adentrarse en el mundo de los espíritus. Mirar fijamente en uno permite supuestamente obtener visiones de los guías espirituales y ayuda para conseguir una visión áurica, es decir, la habilidad para ver el aura de los demás.


También se dice que si ocurre alguna desgracia o se acumula mucha negatividad en una habitación donde se encuentra un espejo, esa mala energía se queda atrapada en él y hace que no puedas descansar si estas cerca, por eso se aconseja no tener espejos en las habitaciones donde uno duerme o descansa.

 

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