lunes, 6 de septiembre de 2010

Tener una boa como mascota.

Esta Leyenda Urbana la he escuchado varias veces como si fuera un hecho real, mucha gente la cuenta, todos de diversas maneras, los protagonistas de esta historia pueden ser desde la típica chica solitaria al matrimonio de ancianos aburridos, las versiones son para todos los gustos. Yo os explicaré la que más me gusto a mí y espero que también os guste. Disfrutar o estremeceros ;)



La chica que tenía una boa como mascota.


Una chica joven que vivía sola, decidió después de una ruptura amorosa comprarse una mascota para que le hiciese compañía y dejar de sentir esa sensación de vacío. Pero ella no quería ser como el resto de sus amigos. Un perro o un gato le parecían demasiado comunes, así que, siguiendo su pasión por los reptiles, decidió comprarse una boa. Acudió a una tienda de reptiles y allí se compro una cría.

Al principio, debido a su pequeño tamaño, la tenía en un pequeño terrario. Pero como el animalito no dejaba de crecer y se había encariñado con él, decidió que circulase libremente por la casa cuando ella estuviera. Poco a poco la boa fue formando parte de su vida cotidiana, a veces incluso durmiendo a los pies de su cama como si de un perro se tratara y, una vez alcanzado el tamaño suficiente, la serpiente jugaba con ella, se acostaba en su misma cama, al lado suyo, totalmente estirada como si de una persona más se tratara.


Parecía que la boa se había acostumbrado a la vida social con su dueña, pero de repente, un día perdió el apetito por completo y dejo de comer. Tras 15 días sin que la boa probase bocado la chica, preocupada, decidió acudir a un veterinario especializado.


El veterinario, vencida la sorpresa inicial, se decide a examinarla en su consulta, ante el recelo del resto de clientes. Tras unos minutos de examen, decidió hacer pasar a la chica a su despacho para explicarle la situación:


- Lo siento, pero esta boa no puede salir de esta consulta.


- ¿Que le ocurre doctor? ¿Tan mal se encuentra?


- Al contrario, se encuentra perfectamente. De hecho, lleva 15 días sin comer porque está acumulando apetito, con el objetivo de engullirla mientras duerme.


La chica, horrorizada, no daba crédito a las palabras del doctor, que le explica como la boa jugueteaba con ella no por cariño, simplemente estaba midiéndose, comparando su tamaño con el suyo, esperando el momento de alcanzar la longitud suficiente para poder comerse a su dueña.














*Dato curioso: Es imposible que una Boa mida a la presa antes de comerla porque son animales que acechan y no se van a tirar horas midiendo a la presa, más bien tardaran unos segundos en evaluar la situación y atacar en caso de que se sientan amenazados, no se preocuparan en medir nada. Si el bicho tiene hambre o se siente en peligro, primero atacará: morder para sujetar a la presa y enrollarse para asfixiarla (Pitón) o aplastarla (Boa Constrictor). Pero aun así sería muy extraño que una serpiente de este tipo eligiese a una persona como presa, pues un humano es una presa excesivamente grande, incluso para una Boa Constrictor (máximo de unos 4 metros), y podrían atraganatarse. No existen referencias (verídicas) de serpientes que hayan devorado un ser humano, a lo sumo algún envenenamiento (por parte de Víboras). Y aunque sí que podrían matar a una persona por asfixia, hay que tener en cuenta que las personas tenemos bastante movilidad y eso les dificultaría la caza.

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